"Soñamos con un nuevo día, cuando el nuevo día no llega.
Soñamos con una batalla, cuando ya estamos luchando."
"Un sueño es una escritura y muchas escrituras no son más que sueños." Umberto Eco

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Políticamente incorrecta.

¿Ella?
Ella era fría, muy fría,
como ver atardecer en invierno,
como sus manos rozando mi cuello.
Pero siempre sonreía
y confiaba en quien lo merecía,
en quien daba motivos para ello.

Sus manos... Sus manos siempre estaban congeladas,

y se movían acompañando sus palabras,
con perfecta sincronía.

Y sus ojos... ¡Oh, sus ojos!

Nunca me cansaba de mirarlos,
de observarlos.
Claros y transparentes, 
como cristales de nieve.
Sinceros,a la vez que inquietantes.

Ella decía que la ética era lo más importante,

por eso no dudo en aconsejarme,
aunque yo no sabía que necesitara ayuda.

Ella era fuerte, 

segura, rebelde,
con sus ideales por encima de todo.
No se callaba ante nadie.

Hablar, le gustaba mucho hablar,

de todo, cualquier tema era bueno cuando se trataba de conversar,
Horas y horas hablando sin parar,
de todo, de nada,
del pasado, del presente, del futuro,
de lo que este deparará.

Sabía defenderse,

incluso mejor que yo.
Le gustaba el riesgo,
el peligro la adrenalina.
Odiaba la nicotina.

Sincera. 

Muy sincera,
Demasiado sincera.
Tan sincera que dolía.

Estaba loca.

Loca no; trallada.
Como una puta cabra.
Y me encantaba.

Tenía el pelo rojo,

rojo pasión, rojo rebeldía,
rojo libertad.
Y la ropa siempre negra,
de noche y de día.

Perdí la cabeza.

Me encoñé.
de su personalidad, 
de su pelo rojo,
de su piel blanca y fría,
de sus ojos grises,
rojos algún que otro día.

Me encoñé por cómo era;

políticamente incorrecta.